El yogurt es uno de los ingredientes más versátiles que puede existir. Igual funciona para el desayuno, en postres, para hacer salsas, en cualquier receta que quieras reemplazar la crema o cuando quieras dar un toque fresco a cualquier preparación. El punto es saber utilizarlo, conociendo sus fortalezas y debilidades.
Aquí te damos una pequeña guía para que lo utilices sin miedo.
¿Qué puede sustituir en la cocina?
La matequilla
Si la receta que vas a preparar, lleva mantequilla y no tienes suficiente, el yogurt es tu salvación. Solo disminuye la cantidad de mantequilla y reemplaza con yogurt. Por ejemplo, si la receta te indica utilizar 1 taza de mantequilla, usa ½ taza de mantequilla y ¼ taza de yogurt natural o con sabor, dependiendo de la receta que estés haciendo.
El aceite
Cuando quieras sustituirlo en una receta dulce, usa ¾ taza de yogurt del sabor que quieras por cada ½ taza de aceite que necesites sustituir.
Mayonesa
Una excelente opción para quienes necesitan reducir calorías de su dieta. Utiliza yogurt griego, que además de ser bajo en calorías, aporta calcio y proteínas.
La leche
Perfecto para disminuir la cantidad de leche en las recetas. Usa 1 taza de yogurt por cada taza de leche.
Tips al momento de cocinar
- Para que funcione a la perfección a la hora de cocinar, debes utilizarlo a temperatura ambiente, nunca recién salido de la refri.
- Cuando debas incorporarlo a una cocción para evitar que se coagule, mezcla un poco de harina y agua y agrega antes de ponerlo a cocinar.
- En salsas, estofados y fondos, el yogurt sirve para conjuntar los aromas de hierbas y especias. Debes saber que puede perder su sabor cuando lo cocinas, pero mantiene su capacidad de intensificar y ligar los sabores de los otros ingredientes.
- Para que mantenga su densidad y consistencia no debes removerlo con fuerza, es mejor mezclarlo suavemente con una cuchara de madera.
- Si vas a usarlo como sustituto de la crema al cocinar, utiliza un yogurt sin azúcar.
- Si necesitas rebajar su acidez, endúlzalo con canela, melaza, miel o nueces picadas.
- En tus recetas de repostería puedes utilizarlo para sustituir uno de los huevos que requiera la receta. Conseguirás un pastel muy suave. Si usas la versión de soya, puede ser sustituto de la cantidad completa de huevos.
- Cuando cocines panqueques, reduce las calorías y hazlos más esponjosos y húmedos utilizando yogurt en lugar de aceite.
Algunas ideas
En el desayuno
Olvídate de comerlo solo para acompañar las frutas, pruébalo en tostadas en lugar de mantequilla, en muesli o como base para cobblers.
Aderezos
Simplemente agrega una cucharada o dos de aceite de oliva a media taza de yogurt, diluye con agua y luego sazona con sal y pimienta. Puedes agregarle vinagre de sidra y cilantro o cebollín.
En adobos
Las enzimas en el yogur ayudan a descomponer las proteínas, por lo que suaviza la carne y el pescado. Es por eso que es ideal para adobos, especialmente para recetas griegas y de Medio Oriente.
Haz labneh
Es el queso de yogurt. Se trata de un ingrediente muy versátil que puede servirse con miel y frutos secos o como aperitivo aderezado con aceite de oliva y hierbas aromáticas, con especias, para untar en pan pita, o como relleno.
Se puede hacer con yogurt de leche de vaca, de cabra, de oveja, yogurt muy cremosos e incluso con uno descremado.
Necesitas: yogurt, un poco de sal para alargar su conservación y bajar la acidez, una tela fina de algodón (que debe ser grande, como para que te permita hacer un ‘saquito’ y cerrarlo para dejar el yogurt en suspensión), un tazón grande y una cuerda o un hule.
Pon la tela en el tazón, vierte el yogurt y cierra atándolo con la cuerda. Deja colgando el saco –suspendido de una paleta de madera- en el tazón con suficiente altura para que la base no toque el suero que caerá. Déjalo en la refrigeradora por unas 4 horas o hasta que tenga una consistencia espesa y cremosa.
Bátelo cuando esté congelado
Obtendrás helados muy cremosos.
Úsalos en sopas y cremas
Les dará cuerpo y cremosidad sin utilizar crema. Agrégalo justo antes de servirlas.
Compra el yogurt correcto
Escoge el griego: tiene entre dos y tres veces más proteína que el yogurt tradicional, por lo que sustenta más. También es más bajo en azúcar y sodio.
Fíjate en el yogurt falso: preparar un yogurt griego requiere tres veces más de leche que un yogurt estándar, es por eso que algunas marcas intentan crear la misma consistencia agregando espesantes. Asegúrate de que no haya almidones, concentrados de proteína de leche (MPC) o tapioca entre los ingredientes.
Escoge uno sin grasa: el ideal es uno que contenga solamente un 2%.
Cómpralo sin azúcar: si lo quieres endulzar hazlo tú misma, agregándole edulcorantes naturales o frutas. Funciona muy bien agregarle dos cucharaditas o menos de miel de maple, miel de abejas o azúcar de coco.
