Las macetas se convierten en ese pedacito de naturaleza que nos acompaña cuando vivimos en espacios pequeños, como un apartamento, por ejemplo. Pero también son vitales para llevar el verde al interior de tu casa, aún cuando tengas un jardín.
Pero aquí vamos a hablar de las que están en exterior, a sol y lluvia, y es precisamente por los días de lluvia que debes prestarles especial atención, ya que el exceso de humedad puede deteriorarlas. Es por eso que te aconsejamos que revises tus macetas y apliques estos tres consejos básicos para que se mantengan en excelentes condiciones:
- Lava las macetas con un cepillo de dientes viejo o, si fuera necesario, con uno de alambre de los que venden en las ferreterías. Es importante que todas tus macetas estén limpias para evitar que los hongos se propaguen a las plantas.
- Hazte de un fungicida, compra uno que no contenga cobre, y si fuera orgánico ¡mucho mejor!. Estos no manchan las hojas, y siguiendo las instrucciones del producto se puede aplicar por aspersión.
- Dentro de la maceta entierra un pedacito de carbón a la tierra abonada: evitarás hongos y malos olores.
Esto debes hacer cuando la humedad es excesiva
Si ves que la humedad ha pasado el límite “saludable” para tu planta lo mejor es transplantarla rápidamente a una maceta nueva y más grande. Procura añadir más tierra y asentar bien la planta. Al hacer esto, el nuevo sustrato absorberá el exceso de agua que tenía y la planta mejorará.
Otro método, un poco más drástico, pero perfecto para eliminar toda la humedad de una planta, es trasladarla a una nueva maceta con tierra seca y nueva, sin nada de agua. Deja la planta así, durante unos días y empieza a regarla poco a poco. De esta forma verás como la planta se recupera rápidamente.
Algo muy importante es que recuerdes que las necesidades de riego son diferentes para cada planta. Consulta en el vivero al comprar tus plantas las especificaciones de riego de cada una.
