Un matrimonio requiere de trabajo todos los días. Una nueva vida juntos es cuidarnos en todo sentido. Es protegernos el uno al otro teniendo un objetivo común con expectativas realistas. Es complicidad y honestidad. Es amistad y gratitud, paciencia, tolerancia y muchas veces, perdón. Es cuando el “felices para siempre” comienza.
Después de la celebración, convivir es lo que sigue, la nueva vida juntos inicia. Luego de enviar las notas de agradecimiento, cambiar regalos, seleccionar las fotografías y organizar las finanzas; conocemos a nuestra pareja de una forma distinta. Aprendemos cómo coloca su cepillo de dientes, cómo guarda su ropa interior, dónde deja las llaves y cómo le gusta el desayuno. Los espacios se unen y se comparten. Nuestra identidad cambia de yo a nosotros.
Para esta nueva etapa que inicias, hay tres consejos clave para forjar un matrimonio fuerte, mantener una relación sana y lograr que esta crezca día a día.


¿Y las crisis?
Algo importante de saber es que como todo en la vida, nuestra relación irá cambiando y cada una de las etapas de la pareja genera crisis y conflictos que se pueden superar poniendo lo mejor de cada uno. Estos son algunos consejos para superarlos:
- Hablen de su relación y su evolución como pareja: qué les gusta y qué no, cómo pueden cambiarlo.
- Comprométanse para que su matrimonio funcione. Es un trabajo de dos.
- No pierdan los detalles y el interés por el otro todos los días.
- Demuéstrense el amor con abrazos, besos y caricias. Tómense de la mano y mírense a los ojos.
- Acepten que no todo está bien si tienen problemas, intenten resolverlos o busquen ayuda profesional.
- Apóyense en los momentos difíciles e importantes.
- Conversen sobre sus sentimientos, pensamientos y necesidades.
- Si sienten ira, traten de identificar su origen y darse un tiempo para tranquilizarse.
- Sean empáticos con su pareja. Si se siente triste, preocupada o enojada, póngase en su lugar y hágánle saber que entienden lo que está viviendo.
¿Qué les deseo a quienes empiezan? Que tengan un lugar de encuentro, un punto de partida. Un espacio donde escriban los recuerdos que sean sus historias de familia. Les deseo una casa llena de felicidad. – Beatriz