Nuestro cuerpo necesita del sol para maximizar vitaminas y minerales. La exposición breve a los rayos solares beneficia la salud mental, física y emocional. Así que implementa en tu rutina ese momento de sol, el cual puede ser de unos 10 a 15 minutos de sol directo, temprano por la mañana o por la tarde, y verás cómo uno a uno se van sumando estos beneficios a tu salud:
- Es un excelente antiinflamatorio de gran beneficio para algunas enfermedades dermatológicas.
- Promueve la epitelización y la circulación.
- Ayuda al organismo en la generación de vitamina D. La piel al recibir la radiación ultravioleta genera vitamina D, esta se metaboliza en los riñones para transformase en su forma activa y de esta manera contribuir con la absorción y depósito de calcio en los huesos. Además esta vitamina es fundamental para la mineralización de los huesos y de los dientes.
- Ayuda a prevenir y controlar el acné.
- Aumenta tus defensas, ya que incrementa el número de glóbulos blancos en sus dos líneas, neutrófilos y linfocitos.
- Metaboliza el colesterol, por lo que ayuda a rebajarlo.
- Ideal para los hipertensos porque al tomar el sol las arterias se dilatan disminuyendo la cantidad de sangre concentrada en los órganos, y esto baja la presión arterial.
- Los rayos ultravioleta regulan la producción de melatonina, hormona que ayuda a definir los ciclos de sueño, lo que ayuda a sentirse más despierto.
- Mejora el estado de ánimo porque promueve la síntesis de la serotonina.
Recuerda siempre ponerte un bloqueador solar de alta gama para proteger tu piel.
