Enfría el queso crema en el congelador por 20 minutos, para poderlo trabajar fácilmente.
Dentro de un pliego de papel encerado doblado por la mitad, pon el queso y con un bolillo extiéndelo hasta formar una rueda de 5 pulgadas. Coloca el queso sobre un plato para servir.
Licúa las alcachofas con el limón y ralladura de limón, sazona con sal y pimienta.
En un tazón mezcla el resto de los ingredientes y esparce sobre el queso. Vierte el pesto sobre el queso y adorna con ramas de perejil fresco y acompaña con tostaditas de baguette.