Ambientes limpios, sobrios y elegantes, son algunas de las características que definen un ambiente minimalista. Un estilo bañado de colores neutros que fácilmente se mezclan con mobiliario simple y texturas variadas de las mismas tonalidades.
Tendemos a pensar que este estilo «vacía» nuestras casas por completo. Pero aunque puede haber parte de verdad, este estilo es más que eso, es casi una forma de vida que se parece un poco la propuesta de Marie Kondo.
El estilo minimalista nos invita a pensar si necesitamos todo lo que tenemos, propone tener pocos elementos y tener el orden como protagonista. Espacios en donde los muebles sean pocos, sencillos y funcionales, para que nuestra casa sea un lugar donde podamos relajarnos.
Una regla fundamental: despídete de los «por si acaso»
Una forma de conseguirlo es estudiar con qué necesitas y escoger los muebles concretos que cubran estas necesidades. Quedan fuera de la lista esos muebles auxiliares que escogemos por si los necesitamos en el futuro, y también todos aquellos que no tengan una función determinada y ocupen espacio.
Escoge muebles que sean atemporales y que ayuden a tenerlo todo organizado.
Una declaración no oficial para el diseño o estilo minimalista, vino del arquitecto Ludwing Mies Van der Rohe: “menos es más”. Y estos es lo que define este estilo, usar menos elementos para un ambiente, donde resaltará más su estructura y simplicidad. Las influencias de este estilo es el movimiento de arte “De Stijl” y el diseño tradicional japonés.
Cuatro claves para lograr el estilo minimalista
Hay cuatro claves que te guiarán para conseguir este estilo:
1. Colores puros
Los colores puros son una de las características básicas de este estilo, que hace un uso espectacular de estos aplicados sobre superficies, o sobre fondos de un solo color y de tonos más bien suaves.
Los colores predominantes son el beige y el blanco, aunque también se pueden encontrar algunos toques muy leves de colores oscuros para destacar determinados elementos.
Esto no quiere decir que los tonos alegres estén prohibidos, recuerda que estas son pautas generales que podemos adaptar a nuestro gusto y conveniencia.
2. Espacios libres de ornamentación
Es decir una decoración simple. Esta es perfecta para proporcionar un ambiente limpio y ordenado, sin estridencias decorativas. Una idea genial (y muy utilizada) para crear ambientes amplios y libres es eliminar puertas para colocar arcos.
3. Formas simétricas
El diseño minimalista da mucha importancia al uso de las formas puras, claras y simétricas como manera de crear ese orden del que hablábamos antes. En este estilo no encontrarás muebles que no sean modernos y funcionales, con formas más regulares.
Aunque en los diseños más modernos si se dan las formas asimétricas, estas son de una linea muy limpia.
4. Materiales naturales
Esta es otra característica básica. El minimalismo establece que los materiales que se usen sean cien por ciento naturales. Por ejemplo, la madera o la piedra son elementos muy comunes. También se usan los materiales cerámicos, tanto para el suelo como para las paredes.
Tips prácticos
- Las habitaciones deben tener una buena iluminación, y en ellas no se deben emplear más de tres colores distintos.
- Todas las superficies deben estar libres de desorden y limpias. Líbrate de los focos de desorden.
- En vez de varios elementos utiliza elementos de calidad que aporten elegancia al ambiente.
- Las telas deben ser neutrales, sobrias, livianas y lisas.
- En el caso de las paredes, es mejor optar por poner una pieza grande que varios cuadros pequeños.
- Un espejo es una estupenda opción, ganarás profundidad en tus espacios.
Sin duda es un estilo muy ordenado y que inspira tranquilidad. Con estos consejos simples lograrás crear un ambiente minimalista.
