Habitación relajada

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Fotografías: Exceptional Living

La habitación es ese lugar en el que puedes relajarte y desconectarte del mundo, el espacio en el que te recargas para estar renovado cada día. Pero si tienes la sensación de que tu habitación no es un lugar que invite al descanso, te aseguradnos que implementando algunos cambios muy sencillos notarás grandes beneficios. Con estos trucos, hacer de tu habitación un espacio relajante será muy fácil.


Toma en cuenta:

Los doctores Eduard y Carla Estivill, expertos en sueño, explican en su libro El método Tokei, que para dormir bien, deberíamos adoptar los siguientes hábitos saludables:

  • Cenar de forma ligera
  • No tomar estimulantes
  • Practicar la desconexión digital (al menos dos horas antes de acostarte)

El dormitorio es otro de los factores a tener muy en cuenta. Te resultará mucho más fácil conciliar el sueño, y conseguir que este sea de calidad, si: 

  • Hay absoluta oscuridad
  • Silencio
  • Una temperatura ambiental agradable, entre 20 y 23 ºC, si fuera posible

1. La importancia de la cama

La cama es el centro de la habitación. Si quieres hacer de tu habitación ese espacio soñado, la clave es, además de escoger la cama ideal, tenerla hecha siempre. No tardarás más de cinco minutos y por la noche lo agradecerás.

El colchón tiene una gran importancia, viscoelástico o de látex, puedes elegir el material que prefieras. Lo importante es que se adapte a ti, a tu peso y a tus circunstancias: si duermes solo o compartes o tienes problemas de espalda, por ejemplo.

Jamás escatimes en el presupuesto a la hora de comprar uno. Recuerda que pasamos durmiendo una gran parte de nuestra vida, por lo que la inversión merecerá la pena.

Ropa de cama: confortable y natural

Elegir sábanas, frazadas y edredones adecuados es clave para dormir bien. La ropa de cama debe ser cómoda y de tacto suave y agradable. Así que huye de la mezcla y opta por tejidos naturales. El algodón o el lino son las opciones ideales porque son transpirables, confortables y regulan la temperatura corporal. Escoge colores neutros y estampados discretos.

2. Retira todos los objetos que te causen estrés

Elimina todo lo que tenga que ver con el trabajo. No te lleves el trabajo a la cama para adelantar tareas, ni enciendas la computadora para consultar temas laborales, ya que esto solo te generará estrés y te será más difícil conciliar el sueño. Todo lo que tengas en tu habitación debe estar orientado a tu relajación y descanso. 

No permitas que tu habitación se llene de juguetes ni sea una extensión de la de tus hijos. Tampoco resulta conveniente que tengas aparatos para ejercicio, y tampoco ropa para lavar, doblar o planchar, esta es mejor dejarla en la lavandería.

3. Sin pantallas

Todas las pantallas, incluida la televisión, tablets y teléfonos móviles, generan luz azul y causan estrés, afectando la calidad del sueño. Si quieres relajarte y tener un sueño de calidad, retira cualquier aparato tecnológico o audiovisual. Te recomendamos que cambies la actividad tecnológica antes de dormir por la lectura de un libro, escuchar música o meditar.

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4. Iluminación suave e indirecta

Una iluminación suave ayuda a relajarte y a conciliar el sueño. Lo más recomendable es tener diferentes puntos de iluminación suaves repartidos por la habitación y no un solo punto de luz más potente.

Lámparas en la mesa o mesas de noche o en el punto de lectura, son ideales. Si no tienes varios puntos de luz puedes crear un ambiente agradable y muy relajante con velas colocadas en lugares estratégicos. Escoge para las velas aromas relajantes.

5. Colores relajantes

Para la pintura de las paredes, los muebles y la ropa de cama, escoge colores fríos. Los azules, verdes, grises y malvas, en todas sus versiones e intensidades, son las tonalidades más acertadas, ya que potencian el descanso y la relajación.

Tip: combínalos con blanco, ya que este color suaviza, matiza y aporta ligereza visual.

Más consejos en: La importancia del color en la decoración

6. Decoración de las paredes

Los cuadros siempre son un gran aporte en la decoración, pero en la habitación es mejor no colocar muchos. Lo más adecuado es que los que escojas transmitan paz y serenidad. Si vas a colocar varios, busca números pares y haz composiciones simétricas.

Fotografías de tus seres queridos o algún objeto que te traslade a un momento agradable de tu vida, como un viaje, es una gran idea. Lo importante es no sobrecargar la habitación, ya que utilizar muchos objetos decorativos te dará una sensación de caos y desorden.

7. Mantén el orden

Una habitación ordenada es garantía de descanso y tranquilidad. La clave para conseguirlo es pensar en las soluciones que necesitas: el espacio de almacenaje, qué tipo de cajas o cestas te convienen, si te viene bien tener un perchero, si necesitas muebles auxiliares o no, etc. Esto te permitirá tener un plan claro de cómo acomodar todo. 

Algo muy importante con el orden, es la constancia. No te permitas tener superficies en donde apiles ropa o acumules cosas. Ten un día asignado para ordenar lo que esté fuera de lugar y respétalo. 

Ponte manos a la obra y descubrirás lo agradable que es tener una habitación en donde puedes descansar, recargarte, relajarte y desconectar de la rutina. ¡Nada mejor para tu salud y tu bienestar!


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