Utilizando los recursos que tienes en casa, puedes crear un espacio de estudio adecuado para que tus hijos hagan tareas, tomen clases o lean. Aunque no existe un lugar único para las tareas que sea efectivo para todos, es importante que en este se respire calma, esté ordenado y sobre todo no hayan distracciones.
Si sigues estas pautas para crear un espacio de estudio que funcione para tu hijo, el resultado será maravilloso.
Toma en cuenta esto
¿Tu hijo es un estudiante solitario o necesita interacción para concentrarse? Para los que buscan la soledad, crea el espacio en un dormitorio o un lugar apartado. Para los niños que avanzan más rodeados de acción o les gusta que les apoyes durante las tareas, opta por un rincón permanente en la cocina o sala familiar, pero trata de mantener las distracciones a un nivel manejable.
Un espacio cómodo ¡pero no demasiado!
Elije un lugar que mantenga al niño relajado, concentrado y alerta. Puede que le guste leer en su cama, pero si se duerme, no completará la lectura. ¡Una silla cómoda podría ser una mejor opción!
Cuida su postura
Idealmente la superficie de trabajo debe estar a la altura de la cintura. Cuando el niño se siente, fíjate que pueda apoyar los codos sobre la mesa sin encorvar los hombros. También debería poder apoyar los pies en el suelo. Si su silla no tiene la altura adecuada, usa un cojín para que se siente o coloca una caja o banquita debajo de sus pies para ayudarlo a alcanzar el piso.
Si trabaja con la computadora, coloca el monitor a una distancia de entre 18 y 30 pulgadas. Una pantalla antireflejante o los anteojos adecuados, ayudarán a mantener sus ojos frescos.
La iluminación
Tu hijo se cansará y se distraerá fácilmente si no tiene la iluminación adecuada. Lo ideal es la luz natural. También puedes probar una combinación de luz general y una indirecta con una lámpara de lectura o de escritorio que pueda apuntar a los libros o la pantalla de la computadora.
Espacio en el escritorio
Asegúrate de que se pueda organizar el material de trabajo de manera que no se apile. Es mucho más eficiente que los niños –y cualquiera- tengan de manera desplegada el material de trabajo. Si tiene una computadora en el escritorio, colócala en un extremo que permita dejar espacio para el trabajo con lápiz y papel.
¡Organización!
Trata de mantener todo el material en un solo lugar para que los niños no tengan que invertir tiempo en buscar.
Usa cajas y organizadores para mantener las cosas ordenadas; y un corcho o un calendario de pared para realizar un seguimiento de las tareas. También funciona hacer listas de pendientes o un planificador de algún tipo para que siempre sepan lo que tienen qué hacer y cuándo.
Apaga todos los dispositivos y la TV
Una mejor opción es la música de fondo o el silencio durante el tiempo de estudio. Ayudará a la concentración, lo que ayudará que los chicos sean más productivos.
Si tienes varios niños y espacio limitado
Si es posible escalona el uso del espacio de estudio compartido dando a cada niño un horario. Otra idea útil es que cada niño tenga una caja para organizar y almacenar sus materiales de estudio. Pueden tomar esta caja e instalarla en varios espacios según sea necesario.
Para decorar
Deja que personalicen su espacio con carteles, imágenes, obras de arte o cualquier otra decoración significativa. Como pasarán tiempo allí, es importante que también lo disfruten.
Toma en cuenta que a pesar de que la decoración es muy importante, la comodidad es vital.
Aprovecha al máximo las paredes, estas te servirán para hacer de ellas espacios decorativos y funcionales a la vez. Ideas como tableros de corcho para colocar horarios o una pared pintada con pintura para yeso, pueden ser un rincón artístico y un área de recordatorio de tareas.
Los colores claros, limpios y que generen calma son los ideales. Se recomiendan colores neutros y pasteles, si deseas agregar un toque de color puedes hacerlo en accesorios: cuadros, recipientes, alfombra, etc. Procura no usar colores energizantes.
Recuerda, este debe ser un espacio bien organizado, limpio y ordenado.
