Las plantas de interior son la oportunidad de tener un contacto con la naturaleza. Al mismo tiempo realzan casi todos los interiores porque aportan formas naturales, colores y fragancias.
Algo que debes tomar mucho en cuenta es que colocadas al azar dan un aspecto desordenado y pueden desentonar con la decoración de una habitación. Es por eso que debes conocer las posibilidades decorativas de las plantas y cómo emplearlas en un ambiente determinado. Decora pensando en el espacio donde vas a colocar las plantas.
¿Necesitas una planta grande como único punto de referencia, o un grupo de plantas más pequeñas de formas, colores o texturas contrastados? Puede que solo cuentes con espacio para colgar algunas macetas o reunirlas en un terrario. Toma todo esto en cuenta antes de escogerlas.
Hoy en día existe una gama tan variada de estilos de vida que conocer los aspectos de un estilo decorativo te ayudará a definir las cualidades que necesita una planta para realzarlo. La elección de plantas adecuadas dependerá del tipo de decoración en donde vayan a integrarse, ya que los estilos varían mucho. Además de los gustos personales conviene tomar en cuenta cuestiones prácticas como: las horas de luz, temperaturas, corrientes de aire, niños, animales domésticos y por supuesto, el espacio disponible.
Tips de mantenimiento
- Las plantas de interior de reciente adquisición o que te regalen puede que tengan insectos u hongos, inspecciónalas bien o aíslalas un tiempo del resto.
- Hay plantas de interior venenosas si se ingieren. Ejemplos: Alocasia, Diefenbaquia, Flor de Pascua, etc.
- Luz. Si es escasa, coloca cerca un foco de luz artificial, pero a no menos de 30-40 cm. Pon espejos detrás de las plantas que aumentan la luminosidad. Las paredes pintadas de blanco y los muebles claros también proporcionan más luminosidad interior. Si el invierno ha sido muy oscuro, es decir, poco sol, muchos días nublados, las plantas de hoja y las plantas con flor pueden necesitar de luz artificial para suplir la falta de luz solar.
- Las plantas que necesiten más luz ponlas cerca de las ventanas, pero sin corrientes de aire. Gíralas para que todos sus lados reciban luz y crezcan de forma equilibrada. Acerca las cestas colgantes a las ventanas, evitando el sol directo. Ejemplos: Poto, Ceropegia, Cinta.
- Humedad. Pulveriza las plantas de interior con cierta regularidad. De este modo, añades humedad, mantienes las hojas limpias y previenes la aparición de ácaros (araña roja). No pulverices las que tienen hojas con vello como el Cuerno de alce, Saintpaulia o Begonia rex.
- El aire acondicionado no sirve para «refrescar» las plantas de interior.
- Riego. Las plantas de interior necesitan más agua si están en habitaciones con calefacción. Cuando vayas a regar las plantas de interior, es recomendable utilizar un agua que esté a la misma temperatura del sustrato para no dañar las raíces. En invierno, si está muy fría, es recomendable dejar el agua en reposo al lado de la planta hasta que coja la misma temperatura, por ejemplo, pasando la noche ahí, especialmente si se riegan plantas tropicales.
- Si el agua de la llave sale con mucho cloro, para regar las plantas en maceta deja reposar por algunas horas o toda la noche.
- Abono. Un uso abusivo de los fertilizantes puede quemar raíces y hojas e incluso provocar la muerte de la planta. Ajusta su alimentación al ritmo de crecimiento.
- Aireación. Afloja la tierra más superficial de las macetas para que penetre bien tanto el agua como el oxígeno.
- Despuntes. Cortar las puntas estimula el crecimiento de las hojas y hace que las hojas crezcan más grandes y espesas.
- Limpieza. Quita las flores marchitas, las hojas o ramas muertas y las hojas que hayan amarilleado. El polvo en las hojas de las macetas impide que hagan bien la fotosíntesis.
- Límpialas con una esponja humedecida para plantas con hojas grandes y con un pulverizador en hojas pequeñas. Recuerda que las plantas respiran a través de los poros de sus hojas (estomas), por lo que deben estar libres de polvo. Además, se evita la aparición de ácaros de araña (no le gusta el agua) y aumentar el nivel de humedad.
- Las de hojas afelpadas no hay que mojarlas sino limpiarlas con un pincel. Para quitar las manchas blancas producidas por el exceso de cal del agua de riego, mezcla una cucharada sopera de vinagre por cada litro de agua y pulveriza con ello las plantas del jardín, al menos una vez al mes. No mojes las flores.
- Abrillantador. En lugar de usar los abrillantadores que venden en spray, vierte en un cuenco un poco de leche con otro tanto de cerveza y bate la mezcla. Aplica con una esponja en cada hoja y saca brillo. El resultado es estupendo.
- Cambio de maceta. Si las raíces están congestionadas en la parte exterior del cepellón, es el momento de cambiar de maceta. Si tus plantas crecen poco renueva la tierra de la capa superior o cámbialas a una maceta un poco mayor. La primavera es la estación ideal para hacer los cambios de maceta.
- Problemas más comunes
- Falta de luz
- Riego excesivo
- Humedad baja
- Aire interior sobrecalentado
- Corrientes de aire frío o aire caliente. Tenlo presente cuando ventiles.
- Cuidado también con las plantas que tengas junto a las ventanas, porque sus hojas no deben estar en contacto con el cristal frío. En el caso de que estén muy próximas, protégelas por las noches con la cortina. Esto evidentemente solo en el caso de que vivas en una zona en la que las heladas y las bajas temperaturas nocturnas sean habituales.
- El «exceso de interior» provoca un crecimiento débil y pérdida de verdor en Ficus, Yuca, Clivia o Croton. Lleva a la terraza, a la sombra o abre las ventanas y deja que respiren aire fresco.
- Busca esos lugares de la casa para poner temporalmente plantas que estén en problemas hasta que se recuperen. Por ejemplo, el cuarto de baño es un buen lugar por el calor y la humedad, eso sí, siempre que tenga una ventana que proporcione luz natural. Puede ser un sanatorio perfecto.
Fotografía principal: www.thebotanical.nl
