Texto: Erick Cruz, el encantador de perros chapín
Los humanos sabemos que los sonidos muy altos son casi inevitables. Sin embargo, para los animales, incluyendo a los perros, un sonido muy alto, como un relámpago o un cuete; puede convertirse en un miedo grande. Para ellos, el sonido proviene de todas partes y, por lo tanto, no hay dónde esconderse. Además, el sonido proviene de arriba, que es la dirección de donde los predadores atacan.
Esto puede ser difícil de controlar porque los sonidos son impredecibles o vienen solo una vez al año. Prepararte con anticipación te puede ayudar con cualquier sonido recio inesperado y a evitar muchos problemas más.
¿Cómo prepararse?
Puedes empezar en cualquier momento, acostumbrando lentamente a tu perro a los sonidos. Descarga audios de juegos pirotécnicos, relámpagos, explosiones y otros. Empieza a reproducirlos a un volumen bajo mientras tu perro está haciendo una actividad divertida, por ejemplo, cuando está comiendo o jugando. Lentamente, le aumentas el volumen con cada día, hasta que tu perro se vea cómodo alrededor y distraído de los sonidos altos.
Si viene un sonido inesperado, prueba distraer a tu perro mientras este se mantenga. Intenta lo siguiente:
- Trabaja obediencia básica, como sentarse, echarse, dar la pata… y lo premias con comida rica.
- Colócale encima una mochila o ponlo en una caminadora mientras se registran los sonidos recios. La idea es hacer que tu perro se concentre en algo más.
- Cualquier día que sepas que van a sonar los juegos pirotécnicos, tómate el tiempo para una caminata larga con tu perro, antes que suenen los cuetes. Así le drenas toda la energía. Si usualmente caminas media hora, camina 2 horas esta vez. Lo que quieres es que tu perro esté tan cansado, que no tenga energías para asustarse.
- Puedes considerar ponerle tapones de oídos para minimizar el sonido.
- Le puedes dar un calmante natural, con 30 minutos de anticipación, para que se relaje y su cerebro empiece a asociar esos sonidos con un estado mental relajado y placenter
