Son la alegría del hogar, nos complementan con amor, compañía y diversión, así que debemos tratarlas bien, porque necesitan tanto de nosotros como nosotros de ellas.
Las mascotas son seres vivientes y delicados que necesitan buen alimento, cuidados especiales, un lugar limpio donde vivir y por supuesto buena salud. Ellas mismas te dirán en qué momento se están sintiendo mal, solo debes estar atenta a las señales y prestar rápida atención a estas alertas:
Inquietud: cuando tu mascota es normalmente tranquila y de pronto notas un cambio en su nivel de actividad. La inquietud puede ser un indicador de dolor o ansiedad.
Quieren llamar tu atención de manera inusual: por ejemplo un ladrido o maullido constante distinto al normal. En cualquier momento que tu mascota trate persistentemente de llamar tu atención y tú no puedas calmarlo con cariño, comida, agua o un paseo, puede ser un indicador de que necesita ayuda profesional.
Cambios en su aspecto físico y postura: si tu mascota está durmiendo en una postura distinta, cojeando o con dificultades para sentarse, levantarse o acostarse.
Dificultad para saltar o escalar: por ejemplo un perro que duda antes de saltar al sillón o a la cama, puede ser una señal de artritis, displasia de cadera o incluso señales tempranas de una enfermedad neurológica. Lo mejor es notar temprano estas señales y darles un chequeo profesional para mitigar cualquier incomodidad y darles una mejor calidad de vida según su condición.
Esconderse o volverse introvertidos: si tu mascota es normalmente sociable y juguetona, pero empieza a estar más tiempo sola y más callada, puede ser un indicador de dolor o de un padecimiento infeccioso.
Indicadores de heces y orina: los hábitos sanitarios de tu mascota son un excelente indicador de su salud en general. Orinar con mucha frecuencia o con dificultad pueden ser indicadores de diabetes o infecciones urinarias, incluso de un malestar renal.
Halitosis (mal aliento): no solo las mascotas geriátricas padecen de problemas dentales, cualquier mascota jóven puede padecerlas también y el mal aliento puede ser un indicador de problemas relacionados a abscesos, fracturas dentales, problemas de encías, placa o incluso algún problema gastrointestinal. Estos padecimientos pueden complicarse y afectar a otros órganos si no son atendidos en su debido momento.
Tos: existen muchas razones que pueden causarles tos, carraspeo o estornudos a tu mascota, desde infecciones virales, enfermedades cardíacas, asma y parásitos, entre muchas más. Es importante examinar la causa por la cual tu mascota padece de tos o estornudos y darle el tratamiento necesario según el caso.
Picazón: algunas veces la picazón puede ser ocasionada por alergia a la comida, al medio ambiente o parásitos externos, entre otras. Particularmente si tu mascota padece mucho de picazón en los oídos, puede ser una señal de presencia de ácaros o de infecciones por levaduras, lo cual puede ser muy doloroso y molesto.
Vómitos: ocasionalmente es normal que una mascota presente vómitos. Sin embargo, el vómito también puede ser un indicador de una enfermedad o padecimiento. Este puede ser causado por la ingesta de un objeto que genere obstrucción, problemas gástricos o intoxicación, así como una infección intestinal, entre otros.
Existen otros indicadores que también son importantes, te recomendamos que sigas tu sexto sentido ya que al final, nadie conoce major a su mascota que tú mismo, así que si tienes dudas, llévala al veterinario y asegúrate de brindarle toda la ayuda necesaria para que siempre esté sana y feliz.