¿Está tu hijo listo para la guardería?

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Cuando Elisa V. tuvo su primer hijo contaba con que tenía tres semanas más para quedarse con su bebé, pues había acumulado un periodo de vacaciones. Sin embargo, su compañía le pidió que regresara tan pronto como terminara su periodo post natal. De la noche a la mañana sus planes cambiaron y tuvo que buscar de emergencia una guardería para dejar a la niña.

El primer día sintió un nudo en la garganta al tener que dejarla sin haber cumplido los tres meses. Sin embargo, pronto se habían acostumbrado a la rutina, que parecía funcionar para todos. Según explica Silvine Giampino, psicoanalista para niños y sus familias desde hace más de veinte años, cuando no hay cómo resolver el cuidado de los niños, surgen conflictos, en especial en las mujeres, porque son ellas las que asumen la carga mental del problema del cuidado de los hijos.

¿Existe un modelo ideal?

A la pregunta de que si existe un modelo de guardería ideal, Giampino responde que cada una es diferente, aun así, dice que los padres deben buscar que se respete el ritmo individual del niño, que haya un entorno que le proporcione seguridad afectiva, es decir, que el cuidado sea personalizado y que exista la posibilidad de establecer una relación estable entre el niño y las personas encargadas de su cuidado.

Son personas de referencia, dice Giampino, porque son las que siempre trabajarán con el mismo grupito de niños. Y es que las necesidades psicológicas y relacionales de los bebés son tan importantes como las cuestiones de higiene o la calidad de la alimentación.

También deberían contar con un programa que fomente su vitalidad descubridora, que respete su dignidad y que promueva el lazo afectivo del niño con sus padres, cuando éstos no están. Deben hablarle a los niños sobre sus padres, de manera que conserven su imagen dentro de sí y puedan apelar a ella cuando lo necesiten. Cuanto más pequeños son, más les hace falta, ya que es la palabra la que recrea en la mente de los bebés, la presencia de los padres, explica Giampino.

Otros puntos a considerar
  • Elegir la que esté más cerca del lugar donde trabaja cualquiera de los padres. Siempre y cuando sea el que más se ajusta a tu presupuesto y sea el que más te gustó.
  • Asegúrate del profesionalismo de las personas que trabajan en el lugar. Así como de la limpieza, tanto de las áreas públicas como las destinadas a las cunas y las aulas.
  • Verifica que si se trata de un bebé, el trato sea adecuado: que lo carguen, le canten, le hablen, y que se esfuercen por darle la estimulación necesaria.
  • En el caso de que sea un poco más grande, la actividad física es necesaria, por lo que el espacio es fundamental, así como la capacitación del personal para manejar los conflictos que presentan varios niños a la vez: disputas por los juguetes, diferencias de personalidad, etc.

Las ventajas de las guarderías

Adicional a que una guardería asuma el cuidado profesional de nuestros hijos, existen otras ventajas que por principio podrían pasar inadvertidos. Por ejemplo, cuando los pequeños conviven de manera temprana con otros pequeños, tienden a estar más despiertos y estimulados.

Esa, adicional a la necesidad de dejarlos con alguien de confianza, es una de las razones para buscar una guardería, porque existe la certeza de que es un ambiente más favorable para el desarrollo de los niños. Otros beneficios que pueden citarse es que los prepara para cuando llega el momento de ingresar al sistema formal de educación.

Por supuesto que siempre existe la posibilidad de que contrates a una niñera, lo dejes en casa de un familiar (tu mamá o tu suegra, por ejemplo). Sin embargo, en ambos casos quizá no tenga la oportunidad de estar en contacto con otros niños en edad similar, quienes le servirán de compañía y le enseñarán algunas reglas de convivencia y socialización.

*Las declaraciones de Silvine Giampino fueron tomadas de la revista Label France.


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