10 hábitos para fomentar la autonomía en los niños

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El hábito de la autonomía le permite a los niños ser independientes y desarrollar la iniciativa necesaria para progresar en el aprendizaje y en las relaciones con los demás.

En la teoría de desarrollo de la personalidad, de los 18 meses a los tres años, el niño inicia la etapa de la autonomía, vergüenza y duda. En esta comienza a darse cuenta de lo que puede hacer, despertando en él una inmensa curiosidad por explorar y descubrir el mundo, lo que lo lleva a tomar ciertos riesgos. Así, los niños comienzan a forjar su autonomía.

Sin embargo, ante las nuevas aventuras: aprender a caminar, hablar, tocar, conocer, buscar y probar; es normal que los adultos busquemos evitarles peligros y riesgos. Pero ¡ojo!, los «NO» deben ser utilizados de manera equilibrada y evitar duda y vergüenza excesiva e innecesaria en él.

Autocontrol: ¿qué tiene que ver?

Es importante encontrar la forma que tu hijo desarrolle el autocontrol y sepa con certeza que es capaz de elegir, hacer, etc., siempre y cuando su seguridad e integridad no estén en riesgo. El autocontrol es fundamental en su autoestima. Al superar exitosamente esta etapa, tu hijo será una persona autónoma e independiente, capaz de tomar decisiones y saber qué es lo mejor para él. Por el contrario, si no se supera, podría sentirse vergonzoso y con dificultades para tomar decisiones.

Como padres queremos que nuestros hijos sean felices siempre. Deseamos que sean exitosos y buenos profesionales. Para lograr que adquieran independencia y autonomía, debes enseñarles, ayudarles y guiarlos en este camino. Sin embargo, no debemos olvidar que deben aprender a desarrollar sus habilidades y vivir diferentes experiencias. Confía en lo que pueden hacer, te llevarás más de una sorpresa. Además, aprenderá el valor del esfuerzo y la satisfacción de lo logrado.

Deja que se equivoque

Debemos tener claro que cada niño es distinto, cada uno posee su temperamento y desarrolla sus talentos de manera diferente. Conoce cuáles son las capacidades REALES de tu hijo, y así podrás ayudarlo en su justa medida y no resolverle la tarea cuando la puede hacer solo o bien, no brindarle una guía cuando presenta una dificultad real. Dale a tu hijo la preciosa oportunidad de equivocarse, de esta manera echará mano de herramientas que ha adquirido, y podrá salir adelante y aprender de la vida y de los errores. Recuerda que esta actitud que estás sembrando ahora, será la actitud que él tendrá en el futuro.

Durante la adolescencia

Los jóvenes definitivamente están en busca de su identidad, y ponen a prueba los límites que se han acordado en casa. En lugar de entrar en una lucha de poder, puedes enseñarles ciertas estrategias que les ayudarán a ser independientes:

  • Aprender a manejar el estrés y el tiempo: enséñale a organizarse, a cómo puede liberar estrés de manera que cumpla con sus responsabilidades y alcance sus metas.
  • Encontrar y mantener un empleo: las vacaciones son un buen momento para desarrollar esta habilidad. Si encuentra un trabajo de vacacionista, cumple con horario y tareas, no solo
    ganará un salario, si no que le enseñará el valor del dinero y lo que te cuestan a ti las cosas.
  • Manejo y ahorro: cuando gane su salario o si en casa tiene una mesada, es beneficioso que utilice ese dinero para ciertas gustos personales: salidas con los amigos, adquisición de una prenda no necesaria?
  • Comprar y preparar alimentos: pedirles de vez en cuando que se encarguen de alguna comida y la preparen. Esto les hará conciencia sobre la importancia de la alimentación.
  • Afrontar la soledad: la soledad no es lo mismo que estar solo. Este tipo de soledad se refiere a aprender a gozar de su propia compañía, a sentirse bien consigo mismo por medio de la lectura, juegos, pasear, escribir, etc.
  • Proponerse metas: puedes orientarlo para que defina qué hará y cómo va a alcanzar este objetivo; pero no fijar la meta por él. Puedes alumbrarle el camino, pero no recorrerlo por él.
  • Orden y limpieza: es necesario que sean responsables de ordenar su habitación y que colaboren con algunas actividades de la casa, así como que valoren un entorno pulcro.
  • Capacidad para movilizarse: en ciudades seguras, puedes enseñarle y acompañar a tu hijo a cómo transportarse de un lugar a otro, sin temor.
  • Habilidades sociales: estas definitivamente se aprenden paulatinamente desde pequeños pero, si ves que tu hijo tiene dificultades para relacionarse con los demás, aliéntalo a conocer gente nueva, de diferentes entornos, Enséñale la asertividad y sobre todo la confianza en sí mismo.
  • Cómo enfrentar una emergencia: explícale cómo puede reaccionar, a quién puede llamar para pedir ayuda y mantener el control. Es necesario hablarlo antes de tener la emergencia.

Para enseñarle a tu hijo estas estrategias de autonomía, recuerda que es un proceso que inicia alrededor de los 18 meses, en donde tu ejemplo será siempre el mejor maestro.


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