Te ha pasado que al adaptar las cantidades de una receta para usar un pyrex más pequeño o para hacer más cantidad, ¿te de como resultado usar fracciones de huevo? Por ejemplo 4.3 huevos, pero ¿es posible medir eso?
Aunque suene extraño y casi imposible, hay dos maneras de hacerlo, una exacta y otra aproximada, pero igualmente efectiva.
1. Huevos batidos
Es muy simple, guíate por este ejemplo y solo adáptalo a tus medidas.
Si en una receta te indican 5 huevos y para adaptarla tienes que multiplicar esa cantidad por 0.70, lo que debes hacer es usar los 5 huevos y batirlos bien, pesarlos, anotar el peso y multiplicar este por los 0.70. Ese cálculo te dará la cantidad exacta de huevo que necesitas utilizar.
Tiene un punto negativo, y es que aunque es exacta, generalmente te sobrará huevo si tu molde es más pequeño y te faltará si es más grande.
2. El truco de la leche
Este método es muy parecido al anterior, solo que en este debes enfocarte en el tamaño de los huevos, y recordar estos datos: el peso medio de un huevo mediano es de 55 gramos y el de uno grande, es 65 gramos.
Con estos datos y tomando como referencia el ejemplo anterior de los 5 huevos, si al multiplicarlos por 0.70 te resulta que necesitas 4,2 huevos, necesitarías usar 4 huevos enteros y suponiendo que sean huevos L, 65 x 0,2 = 13 gramos adicionales de huevo.
Lo primero que pensarías es que necesitas un huevo entero más, pero si no quieres tener sobras, puedes “hacer trampa” y sustituir esos 13g de huevo por 13g de leche.
Lo bueno de este método, es que funciona igual de bien tanto para reducir las cantidades como para aumentarlas.